Reinvenclaje

En tiempos de crisis, tanto sociales como personales; la necesidad de reciclar y reinventarse, es la nueva terapia del S.XXI… Haz el bien y no mires con quien… Pero más contigo, que amarás al prójimo como a ti mismo.

Mientras customizas, te olvidas de los problemas, del miedo y hasta de la falta.

Dicen que la moda de este año apuesta en sus desfiles por el lujo y el boato para olvidar el trance mundial, buscando desde ese sitio una salida a la dificultad. Pero la realidad de la situación es bien distinta, solo hay que mirar la ausencia de exageración en la reciente alfombra roja de los “Oscars” de Hollywood.

Lo único que aumenta en estos tiempos, es la venta de pintalabios... Y poco más.

Y las tendencias palpables, tanto en las tiendas (sobre todo las de fast fashion) como en las calles; se apoyan en el “vintage” y la compra de lujo de segunda mano (por no hablar del alquiler de bolsos y trajes para situaciones únicas, que está tan en auge en internet).

Para la primavera-verano 2010, volvemos al culto al demin, lo que me hace preguntarme, ¿nos basamos en este momento coyuntural, en la esencia por la que Levi’s Strauss creo los vaqueros?; cuando se necesitaban pantalones duros para obreros pobres y de voluntad inquebrantable y ferrea, que no podían permitirse cambiar mucho de ropa…

Para no pensar en ello (por si acaso), los customizamos, los lavamos a la piedra y los rompemos para no sentirnos como aquellos hombres, carentes de prosperidad. Pues bien… Ese es el espíritu real que mueve todas las preferencias de la temporada. El más claro ejemplo, los vaqueros “boyfriend”, que este año son la “absoluta” preferencia, tanto en su versión larga como en la corta (le doy un verano a la tendencia).

Además vuelven las rayas, se rescatan los lunares, el estilo Liberty, la estética pin up, el rollo lencero tanto para el día como para la noche… Osea, más de lo mismo de siempre pero con otro aire. Es decir que sín saberlo nos hacen un favor rescatando todo; que el lujo ya se lo pongo llevándolo yo.

¿No ven que hay para todos los gustos? y los armarios de todas adquieren valor... Te puedes “disfrazar” de lo que te de la gana, ¿no piensas tu lo mismo?...

Ellos (los diseñadores Europeos, salvo los Londinenses) quieren convencernos de que necesitamos el espíritu de la opulencia para sentirnos bien; pero lo cierto, es que a día de hoy, creamos los prints para nuestras camisetas con rotuladores de tela, las rajamos en sitios estratégicos para que no parezcan las mismas del año pasado y recortamos los largos de pantalones y faldas, esperando que adquieran un nuevo aire; uno más optimista y moderno. Y es en ese ejercicio, donde nos reinventamos a nosotras mismas, como se hace después de las rupturas o las mudanzas forzadas.

Yo me apunto, apuesto por ello y me niego a ser dirigida hacia un falso lujo, que no quiere abrir los ojos a la realidad actual del mundo. Me ayudo a mi misma, arreglando lo que ya tengo y reconstruyendo mi ropa y mi vida… a la espera, de que en todos los sentidos posibles, llegue de verdad la primavera; con la que sueño casi cada día… Porque aunque a veces se sienta que soñar es estúpido, no soñar lo es todavía más.