Tema delicado doña Letizia.
Vaya por delante que ya no soy monárquica y que ella nunca me cayó especialmente bien. En este caso eso es lo de menos, no vengo a hablar de si es legítimo o no que alguien con pasado y sin "sangre real" sea reina, o si don Felipe debería haber renunciado a sus derechos dinásticos al casarse con ella porque los cargos se llevan con sus cargas. Me es indiferente.
Lo que no me da tan igual es ver como la gente se ríe de su extrema delgadez.
Yo mido 1'72, y mi peso habitual está en los 48'5 Kg. Cada vez que hago régimen para engordar, con sumo esfuerzo llego a los 49, luego, cuando dejo el régimen, siempre pierdo más de lo que había ganado, y en mi última ruptura, por ejemplo, me quedé en 46; volver a mi peso actual ha sido una odisea que me ha costado meses.
Sólo una vez he pasado de los 50, nunca lo olvidaré, fue el verano que pasé en París donde vivía en una casa rodeada de chefs de varias nacionalidades que hicieron causa común para engordarme. Llegué a pesar 51 kilos 200 gramos. En cuanto volví a Madrid los perdí. Mi constitución ósea y la de mi familia es la de ser flacos (en mi caso y en el de mi hermana la modelo, re flacos), mis huesos son largos y finos, y jamás he tenido ni una mala anemia. A Letizia le pasa igual.
Hay gente que pierde dos o tres kilos y no se le nota casi, a otros, parece que nos ha pasado un ciclón por encima. Esta mujer es así.
No es estético verla cuando llega a este estado, eso no lo voy a discutir; lo que me parece tremendamente injusto es la mofa que se hace de ello. A la gente con una talla grande no se la puede decir nada porque se considera un insulto, una falta de respeto que induce a la anoréxia, pero a las personas muy delgadas se les puede soltar cualquier cosa sin ningún tipo de pudor, no importa, parece que no tuviéramos sentimientos. Eso sí, la gente hace dieta sin parar para adelgazar. Si es tan guay la talla de cada un@, ¿por qué hacen por perderla?
Esta señora es como es, y aún en el caso de que no fuera así, de que lo suyo fuera una enfermedad, peor, tendría más razones a mi favor para que me pareciese mal la burla que se hace de su cuerpo y de su peso.
Cuidadito con lo que se le dice a alguien que esté gordo que le creas un complejo y lo dañas, pero a ella, vamos a llamarla anoréxica que queda bien, ¿?... A la mierda la doble moral. Nunca me he burlado de nadie por su talla, y los que lo hacen me parecen gente imbécil.
He pensado mucho tiempo si debía escribir este post o no. Al final lo he escrito a raíz de lo que he visto en todas partes durante las dos últimas semanas. La gente, ya sea simplemente delgada o esté enferma, también merece un respeto a su aspecto y sus emociones. Fin de la cita.
Hay gente que pierde dos o tres kilos y no se le nota casi, a otros, parece que nos ha pasado un ciclón por encima. Esta mujer es así.
No es estético verla cuando llega a este estado, eso no lo voy a discutir; lo que me parece tremendamente injusto es la mofa que se hace de ello. A la gente con una talla grande no se la puede decir nada porque se considera un insulto, una falta de respeto que induce a la anoréxia, pero a las personas muy delgadas se les puede soltar cualquier cosa sin ningún tipo de pudor, no importa, parece que no tuviéramos sentimientos. Eso sí, la gente hace dieta sin parar para adelgazar. Si es tan guay la talla de cada un@, ¿por qué hacen por perderla?
Esta señora es como es, y aún en el caso de que no fuera así, de que lo suyo fuera una enfermedad, peor, tendría más razones a mi favor para que me pareciese mal la burla que se hace de su cuerpo y de su peso.
Cuidadito con lo que se le dice a alguien que esté gordo que le creas un complejo y lo dañas, pero a ella, vamos a llamarla anoréxica que queda bien, ¿?... A la mierda la doble moral. Nunca me he burlado de nadie por su talla, y los que lo hacen me parecen gente imbécil.
He pensado mucho tiempo si debía escribir este post o no. Al final lo he escrito a raíz de lo que he visto en todas partes durante las dos últimas semanas. La gente, ya sea simplemente delgada o esté enferma, también merece un respeto a su aspecto y sus emociones. Fin de la cita.