Never, a veces suena muy grande... Me apetece mazo el mamoneo... Lo nuevo, estamos en lo de siempre... Se despertó algo, que me ha cambiado los parámetros. Y todo tiene que ver con este viaje, de por fuera, pero también interior.
O yo estoy muy mal o los franceses está muy buenos. Aquí hay mercado. Se mezcla lo vasco machote con lo dulce y elegante francés... Aquí no importa ni echarse un chico de pueblo, porque no son paletos, son hombres de campo.
Vi un sin hogar en Bayona, guapo de morir que vivía en la calle con un "Dálmata" y parecía más un surfero que un vagabundo; nada más que con roña y mochila como único equipaje... Como los dos rubios de las tablas de la playa, que te daban ganas hasta de volver a hacerte rastas... En este sitio se salen los operarios,el camarero tío bueno de San Juan de Luz... Y los sesentones, que parecen Flavios Briatores.... Hasta los niños prometen.
Ha sido mucho de verdad. Ha sido volver a creer en los milagros.
La vida es un juego.
;)
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