Jaime
y Cersei
La
petición
Con
una última embestida se derramó en su interior. Ella arqueó la espalda
al mismo tiempo que un gemido gutural emanaba de su garganta. Le besó aún llena
de lujuria y entrelazó las piernas en su espalda. – Ya estás en casa- susurro
jadeando en su oído.
Jaime
sostuvo el peso de su cuerpo sobre los antebrazos y la miró sonriendo. Sus ojos
brillaban febriles, se acercó a su boca y volvió a besarla,- jamás he querido
conocer otro hogar- dijo en sus labios- ya estoy aquí.
- Prométeme
que no volverás a irte.
- Y tú
prométeme que te casaras conmigo.
Cersei
dejó de sonreír y con un único movimiento se separó de él, Jaime se quedó
quieto y miró entre las piernas de su hermana, su semilla resbalada en sus
muslos. Abrió la boca y volvió a cerrarla, no había nada que contestar, allí
estaba su respuesta.
Todos
los personajes y lugares que aparecen en este pequeño relato son propiedad de
George R.R. Martin. La HBO podía haber hecho más bonito la escena del Septo, no
lo hizo. Este, es mi homenaje a Jaime y
Cersei, y a cómo me hubiera gustado ver la despedida emocional de los
personajes.
Ropadeletras.
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