El universo conspira a tu favor

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lunes, 30 de junio de 2014

Los portales







En algunos portales del centro todavía se puede fumar por las escaleras y cruzarte con un vecino y saludarle sin culpa cristiana ninguna, tan ancha pancha. Esto en el Madrid del S.XXI no tiene precio.

La Niña



Y a pesar de que la que casi se muere es ella,
a mí me sigue salvando la vida.


AJO es Madrid







Cada vez que paso por esta calle de Madrid me viene a la cabeza una micropoesía de AJO, luego me viene otra, y después engancho con otra... y me echo a reír.



A mi desengaño
le han puesto una calle
en Madrid.


Y luego por ejemplo:


Legaré a la humanidad
la totalidad de mis viernes.


O:


Vivimos una situación gramática.


...


Y así.

Look top de Junio en Madrid



No hace falta más. No se podía ir más bonita y más perfecta que iba esta niña por las calles de Malasaña. Básica, atemporal, ideal desde para oír a Shakespeare en los parques de New york, hasta para pasear por Tokio, o partirlo en Madrid, claro que sí. No tengo nada que decir del outfit, sólo hay que mirarla.

Ideal el lazo y hasta el color de pelo.

Mención especial al bolso de Bimba&Lola; que yo a esta firma la llamo "El galgo"... Esa otra historia, una movida personal que quién sabe si alguna vez será contada.





PD: Gracias a la modelo.

domingo, 22 de junio de 2014

El cercanías

Llevaba un rato escuchando el incómodo pitido del interfono dando la señal de llamada. Algunos pasajeros, hartos, se habían cambiado de vagón, y varios de ellos al marcharse, le habían dado golpes intentando silenciarlo.

Dudó un segundo, escudriñó el alrededor y sólo encontró a un niño de unos cinco años mirándola fijamente, su madre, que apenas hacía unos años que había dejado de ser una niña también, trasteaba sonriente con el teléfono móvil.

Levantó el dedo índice de la mano derecha muy despacio y se lo llevó a los labios indicando al niño que guardara silencio. El pequeño miró una fracción de segundo a su madre que no se percató de ello, volvió a mirarla a ella de nuevo e imitó el gesto de un modo que la provocó ternura.

Levantó la mano, colocó la palma en dirección al intercomunicador, y sin moverse de su asiento se concentró y empujó. el pitido cesó casi al instante. Sonrió satisfecha y giró la cabeza hacia el crío. Le guiñó el ojo y se puso en pie justo cuando el tren entraba en la estación.

El niño miró a su madre que seguía escribiendo a toda velocidad en el teléfono, cuando intento verla de nuevo ella ya había bajado al andén. Se tapó la boca y empezó a reír.





Ilustración de Elena Idígoras

Microcuentos.

Top de la calle


Esta semana sólo hay un top dos de la calle, porque he andado un poco antisocial con la gente que no conocía y no he pedido permiso para fotografiar looks.

Estos, sí lo hice, y me alegro, doy las gracias a las chicas que me dejaron.

 Dolce & Gabbana
Con riñonera de cuero (es tendencia de nuevo)



Esta camiseta me privó, lo tiene todo, el pack trendy.






PD: Las dos modelos como habréis visto iban bien calzadas. Ay, envidia, jajaja.

De paseito por Madrid he visto

Hola. Muy buenas.

De paseito por Madrid se ven muchas cosas; las veo desde mis vestidos con vaqueros, a mi padre no le gusta, pero yo es que soy de necesitar bolsillos, siempre llevo mil cosas encima. Algunas veces me quito el pantalón o llevo falda, ahí todo al bolso, claro.

Es que siempre sé cuando salgo, mas no cuando vuelvo.

Una muda, cargadores y alargador, neceser de emergencia, la visa... Las cosas básicas.

Total, ando en uno de mis espacios, este está durando.

También sigo con la novela, a veces no sé si `peleándome con ella porque estoy leyendo últimamente mucha ficción de terror y fantasía medieval, y yo no escribo así, y mis letras me parecen mierdaca. Soy un uno, me exijo al límite de lo verosimil, estoy aprendiendo a hacerlo de otra manera, vamos pasito a pasito.

Antes estaba más tiempo en casa, tenía más acceso al portátil, ahora no es así. En realidad no es que esté mucho en ningún sitio, hay días en que aunque tenga cosas que escribir y el espacio, me puede la pereza. Me boicoteo solita, chispas.

Y aunque suene paradójico, también es que estoy echando cuenta al instinto de supervivencia que lo tengo ciego, y cuidándome, que no lo había hecho nunca porque ya era lista y no hacía falta, o eso me parece que pensaba yo. Llevo mucho sin contar de mí, mezclo los temas. Bueno, ya me tenéis cogido el punto. 

A lo que venía, os voy a enseñar unas fotachos de cosas que me han seducido estos días, algunas están publicadas en redes, otras no, pero las he hecho todas con mis manitas. Si os ape, echad un ojito.

 Me gustan los lemas de la ropa de Caperucita Feroz.



 Ha llovido y hacía sol, todo a la vez.



 Los edificios. los recuerdos.

Me he "pegao" mucho paseo por la city.



 Y ando contenta.



 Amo a Twiggy.
(Pza Dos de Mayo. No me acuerdo del nombre de la tienda)



 Esto ya está en mi ADN. Hasta mi madre los conoce, y la Anita.
La Perla lo ve.



 He vivido:

La liga del Atleti.
La décima del Madrid
Una abdicación
Una mega manifa republicana
(más manifas, que aquí siempre hay)
Una coronación
Muchos cafés
...

Estoy viviendo como se escribe la historia. y súper bien vestida,
que una cosa no quita la otra.

Se puede tener compromiso y que te guste el fútbol.
...
(?)

WIIIIIIIIIIIII




Ya me voy de este post.

Un beso.

Hasta que volvamos a olernos.


PD: Que me gusta a mí una foto de una sombra ;)

miércoles, 4 de junio de 2014

Lady of Casterly. Capítulo IV









Lady of Casterly
El origen


Interior estancias Jaime y Cersei. Día.

El llanto de los críos se clavaba en sus tímpanos, llevaban horas llorando sin parar. La niña más. Cuando en algún momento el niño, agotado, se había callado para rendirse al sueño, ella, como si lo notase, berreaba más fuerte aún hasta que él volvía a acompañarla. Ni la comida ni los arrullos habían conseguido calmarlos, y la única solución que conseguía poner freno a esa locura estaba prohibida. La señora montaba en cólera ante su sola mención. Por supuesto, ella nunca tenía que aguantar esa tortura.

Es cierto que los visitaba varias veces a lo largo del día, en ocasiones hasta los cambiaba y bañaba. Cada noche acudía antes de retirarse a sus aposentos, y en toda la Roca se hacía el silencio para oírla cantar “la nana de los Siete”. No se comportaba al uso. Incluso cuando nacieron se empeñó en ser ella misma quien les alimentara al principio; hecho que fue un verdadero escándalo en Lannisport dada su posición, y se había oído entre el servicio que ni siquiera Lord Tywin había conseguido hacerla cambiar de parecer.

Pero los lloros de los pequeños la sacaban de sus casillas aunque quisiera ocultarlo, era palpable su rigidez en cuanto empezaban a sollozar, y desaparecía de las estancias en las que estuvieran con cualquier excusa, aún así se negaba en redondo a ponerle solución. – Dejarán de hacerlo cuando sean más mayores- decía, pero ella no se lo acababa de creer.

Unas toses ahogadas la sacaron de sus pensamientos. Soltó las labores de bordado que sostenía y se dirigió a las cunas. La niña, con el gesto congestionado, luchaba por respirar. El pánico se apoderó de ella, si la ocurría cualquier cosa estando a su cuidado ya podía despedirse del trabajo, y había muchas posibilidades de que tuviese que hacerlo hasta de su vida.

-       Cersei, por los Siete-, la tomó en sus brazos y comenzó a darle unas palmadas nerviosas en la espalda- Cersei, respira.

Como si hubiese intuido el peligro que corría su hermana, Jaime empezó a llorar de forma más desconsolada todavía mientras movía con desesperación sus piernas y sus puños.

La Ama de cría le miró consternada, parecía que quisiese alcanzarla. Volvió su atención a la pequeña cuya piel había adquirido un tono violáceo y comenzaba a quedarse inerte, casi silenciosa, salvo por el fatigoso esfuerzo que hacía por respirar.

-       ¡Que reacciones!-. La agarró por los tobillos con una sola mano y la colocó boca abajo mientras golpeaba con más energía su espalda y sus nalgas. El tiempo se agotaba. –CERSEI- Una lágrima brotó de sus ojos justo cuando una flema salía de la boca de la niña. La respiración comenzó a acompasarse poco a poco. La colocó recta y la abrazó mientras la acunaba. –No vuelvas a darme estos sustos, ¿me oyes?- Besó repetidas veces su pelo, su frente, y sus sonrosadas mejillas – nunca más-.

Una sonrisa asomó a sus labios, la cría estiró sus deditos y los llevó a la boca de la criada, esta sonrió a su vez y la estrechó contra si. Tres solitarias campanas tañeron en la lejanía.

Había estado a punto de morir de asfixia sólo por la testarudez de su madre.

En todas las casas humildes de Poniente los bebés compartían cuna y ella nunca había oído que pudiera pasar nada malo por ello. Y los niños se adoraban, hasta un ciego podría verlo, era la única manera de mantenerlos tranquilos. ¿Qué creía que iba a ocurrir? ¿Qué uno mataría al otro? ¿Qué mal podía existir en que compartieran el lecho?

Una vez se hubo pasado por completo el ataque de la chiquilla y aun estando esta en sus brazos, comenzó de nuevo a sollozar.

-       No, no, ssshhhh, tranquila… 

El rostro del Padre es fuerte y severo, juzga certero el bien y el mal.
Sopesa las vidas, las largas, las breves, y ama a los niños.
La Madre regala el don de la vida, vela por toda esposa y mujer.
Su sonrisa dulce aplaca la ira, y ama a los niños.
El fuerte Guerrero enfrenta enemigos, nos protege siempre en el vivir.
Con espada, escudo, con arco y lanza, él guarda a los niños.
La Vieja es anciana y muy sabia, y nuestros destinos contempla pasar.
Levanta su lámpara de oro rutilante y guía a los niños.
El Herrero trabaja sin descanso, para nuestro mundo enderezar.
Usa su martillo, enciende su fuego, todo para los niños.
La Doncella baila por nuestros cielos, ella vive en todo suspiro de amor.
Su sonrisa bella da vuelo a las aves, y sueños a los niños.
Son los Siete Dioses, nos hacen a todos, escuchan tus ruegos al rezar.
Cerrad pues los ojos, os cuidan, niños,  cerrad pues los ojos, vuestro sueño velarán.
Solo cerrad los ojos, ellos os cuidarán y vuestro sueño velarán.

Cantó la canción de cuna que usaba su madre para hacerlos dormir, mas la niña no cesó.
-       Eres más terca que tu madre- dijo la criada llena de desesperanza.

No estaba dispuesta a arriesgarse otra vez. Salió con presteza al corredor y miró a ambos lados, piedra y más piedra, estaba vacío. Volvió al interior y cerró la puerta con cuidado.

Con la seguridad y la determinación del que hace lo que sabe que tiene que hacer se acercó donde descansaba Jaime. Lo movió y depositó a Cersei a su lado. De inmediato la mano de ella agarró el diminuto brazo de él y ambos se callaron a la vez. El niño comenzó a gorjear. No habían pasado ni cinco minutos cuando los dos estaban dormidos; los miró con ternura.

Se dejó caer en la silla, agotada, trató de coger su bordado para mantener la cabeza distraída, pero el sueño la venció.

Los gritos airados la despertaron.

-       ¡¿QUÉ HACEN LOS NIÑOS JUNTOS?! ¡¿NO HE PROHIBIDO QUE DURMIERAN EN EL MISMO LECHO?!

Se levantó de inmediato.

-       Se… Señora… Yo… Lloraban sin parar.
-       ¡Pues haces que se callen!- Gritó-, que sea la última vez.
-       Yo… -Lady Joanna la fulminó con la mirada- No volverá a ocurrir, señora.

Joanna cogió a Jaime en brazos. Cersei empezó a llorar.



Continuará





Lady of Casterly.
Fic basado en Canción de Hielo y Fuego.
Todos los personajes y lugares, así como la nana que aparece, son propiedad de G.R.R.Martin
Ropadeletras. Madrid. Mayo 2014.


Escribir es humano. Corregir es divino.
Stephen King.