Me dieron ganas de llorar, de rendirme, de fumar hasta conseguir dejar de pensar. Me emborraché.
Estuve varios días paralizada, física pero sobre todo emocionalmente, abatida. En el vacío, con la sensación de que me quedaba sin futuro. Agotada la posibilidad. Y pensando que lo único que podía hacer era respetar... Bueno y no ayudar más por la calle, porque ocho millones de personas son muchas y seguro que alguien de ellos tiene necesidad y les han votado, por lo que sea, esa es su decisión, pero la mía es que como no sé quienes son yo no ayudo a nadie más, si están contentos con lo que hay y lo siguen votando no necesitan mi apoyo; salvo a los yonkies que sé que no han ido a votar, y que para droga la gente no da y yo siempre he pensado que hay muchas cosas peores que ser drogadicto; allá cada un@ con lo que quiera hacer con su cuerpo y su vida.
También sigo viendo coherente ayudar a proactiva open arms, que aunque ya no salgan en la tele no han parado de sacar refugiados del agua. Lo que los ricos llaman "daños colaterales" pero en verdad son gente que huye con lo puesto de la barbarie mientras en Europa no hacemos nada. Me entran ganas de irme como los ingleses.
Me dieron también esas ganas dramáticas aunque ausentes de realidad de morirme, esas folclóricas que me dan a mí, lo que pasa es que me aguanté porque estaba en casa de una amigui que habíamos quedado para celebrar y ver la season finale de Juego de Tronos (se venía de La Batalla de los Bastardos, menos mal los Stark recuperando Invernalia) y no me lo quería perder y darla a ella un disgusto y un papeleo innecesario y molesto, así que no me morí de la pena esa noche y ya después pa* qué.
Con los días, en frío, he pensado que en el tiempo que llevamos con la ilusión de que #SíSePuede hemos llegado muy lejos y nos queda mucho futuro por delante, y además ahora tenemos la representación en el parlamento. Es más, José Mújica, que es lo más grande que la democracia le ha dado a ningún pueblo creo que ganó a la cuarta. Las cosas pasan como tienen que pasar, nos quedan cosas que aprender... Al menos yo, que no intuí que mentían todos compinchados con lo del sorpasso para movilizar el voto del miedo. Da igual. Respeto y seguir trabajando, es lo que yo pienso; desde luego cada un@ en su casa libertad total.
Libertad de vivir con lo que se quiera.
(Esta foto la voy a poner en todo lo que pueda,
en realidad cualquiera de este hombre en esa batalla.
Es mi imagen personal del Sí se puede, todo se puede.
Me gusta a mí para Sansa)
Lo único que después de estas elecciones voy a tener que mover mis principios. Me había prometido a mí misma no volver a tener relación con chicos mucho más jóvenes y estaba barajando la posibilidad de los que comen carne (aquí promesa ninguna, vaya por delante). El 26J agregué a la lista prohibida gente que no vote algún tipo de progreso de izquierdas y a los que se abstienen. El caso es que si restas todo esto a la población heterosexual que merezca la pena per se, te quedas sin mercado. Voy a levantar la manga con los carnívoros.
La vida tiene que seguir.
Café con leche de soja y tarta de calabaza.
Me he ido de tiendas para matar las penas,
como ayudo menos tengo más dinero para mí.
La Gran Vía reflejada en la camiseta del Madrid.
...
Menos mal que vivo aquí.
PD: Y menos mal la undécima.
...
PD2:
Y menos mal que mi familia está más o menos sana.
Y menos mal que lo estoy yo.
Y menos mal que tengo trabajo.
Y menos mal que soy feliz y aunque working poor vivo al sol.
Y menos mal l@s amig@s... y... y más cosas.
vaya
...
Gracias vida.
Fin.
2 comentarios:
Cuando te leo, me entran ganas de tirar pa'lante. Gracias, Cris. Eres grande.
Besos desde El Muro.
A mí me dan ganas de tirar pa'lante y seguir escribiendo comentarios como este, gente como tú en mi vida. Gracias, gracias de verdad, por leerlo, por comentarlo y por estar. Ven pronto a Madrid, por favor. Un besazo desde Desembarco.
Cris.
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