Protesta del mundial: No es culpa de Sara

Hoy quiero elevar una encendida protesta… Bueno encendida, encendida no. Pero sí al menos, un poco caliente.

Y es que estoy harta de oír cada vez que le va mal a un deportista en su curro, que la culpa es de una mujer que lo desestabiliza… ¿Perdón?....

El otro día lo de la selección Española de fútbol, fue porque Sara Carbonero distrae a Iker de tenerlo feliz y enamorado...

Pero es que lo de la mega cagada del portero de Inglaterra del otro día, fue porque acaba de romper con su novia, y la que ya es su ”ex” lo tiene triste y desencantado…

Por no hablar de que si Feliciano López pierde ahora más partidos de tenis, es porque dejó embarazada a Mª José Suárez y eso le ha “jodido” la vida… ¡¿¿¿Perdón???!, más aun.

No es justo, que a día de hoy, nos sigan castigando a las mujeres con sus fracasos y a todo el mundo le parezca mogollón de normal, vamos a ver.

Una especie de síndrome de “Eva la Víbora”, que buscar cazar y joder, o algo así...

Y mira que yo no me meto en muchas vainas ya, que me interesa más ser feliz, pero vaya, es que hay cosas que claman al cielo… Siguen tratándonos como a menos educacionalmente, ciudadanos de segunda en la vida, ahí machos Alfa de mentirijillas.

Como cuando en Hollywood, los tíos, dejan a las actrices en cuanto ganan un oscar, porque no pueden convivir con el éxito de ellas. Que penita más grande mira tu, que nos coloquen en tan mal sitio aun… Que lo trato de entender...

Y si lo pienso, es que lo tienen incorporado los hombres socialmente; lo de no querer que prosperemos, pero tampoco que andemos con ellos porque se sienten “cazados”. En serio, que esto es súper real, y es porque no hay una sola mujer triunfadora protagonista en los cuentos de toda la vida, que te sientan las bases de pequeñ@… Buscar si queréis, no hay; bueno, hasta “La Cenicienta que no quería comer perdices” claro; pero antes, no hay ni una sola que no sea “salvada” por un Príncipe Azul del carajo, muy fuerte. Encima, Príncipe, con el que luego hay que cargar para toda la vida.

Y me quejo de esto, mira tu.