"España, país de libertades democráticas"
Ja ja ja...
... Me parto y me troncho, mira tu lo que te digo (bueno, escribo).
El otro día en el cumple de mi amiga Nata, estuve hablando con mucha gente. Una de ellas, que es compañera artista, más concretamente actriz (de la que no digo el nombre por su privacidad de estrella), me comentó un tema importante para el blog.
¿Por qué últimamente tener un perro es ser casi un apestado? ¿Por qué hay gente que considera que un chuchillo, es casi un miembro del ejército Nazi?.
Esto lo digo así, primero porque soy muy exagerada al hablar (La Fani dice que menos mal que soy castellana y no andaluza) y segundo, porque cada vez te ponen más difícil convivir en la sociedad con tu mascota.
Y no hablo ahora de las multas que te cascan por menos de "ná" en el Retiro, si lo sueltas para que corra y desfogue, que también (para pagar las obras del Faraón).
Sino del tema de las bolsas, que en teoría hay en expendedores gratuitos por todo Madrid y del hecho de que un perro ya no pueda entrar prácticamente en ningún sitio... Aviso, aunque sea vergonzante, yo he besado en mi vida a gente mucho peor que mi perro; que una vez salí con un ultrassur y aun tengo secuelas de todo lo que me hizo.
... Bueno pero eso pertenece a otra historia. Vamos a lo que vamos.
Las bolsas:
Hay máquinas sí, pero siempre están pelaítas; a no ser claro que vivas en un barrio rico como el de Salamanca, que ahí siempre están repuestas, pero si te vas a otros, como el de Lavapiés, las Letras... Nunca hay bolsas.... Y yo me pregunto ¿esto ocurre porque son barrios de artista y quieren que parezcamos guarros? o simplemente ¿porque no les importa un bledo la masa humilde?. Pues puede ser cualquier cosa, pero resulta tremendamente injusto, porque tu, tienes que bajar las bolsas de tu casa, que coges en un supermercado, con lo que conlleva de contaminación esto...
En fin. Mal, muy mal, lo de máquinas sí, bolsas no... Suciedad en las calles.
Los sitios:
Y luego, el hecho de que cada vez puedes entrar con tu can en menos sitios, con la excusa de que no es higiénico... Pues qué queréis que os diga, yo veo a gente mucho más sucia que mi perro que pasa a todas partes. En Francia, de hecho, los perros pueden ir contigo, hasta en los restaurantes, pero aquí no...
Si no hubiéramos echado a los franceses cuando Pepe Botella, ahora mi Niña, entraría tranquilamente en cualquier sitio conmigo. Ellos tienen otros parámetros respecto a los animales.
Se dice (lo pongo en general, porque no me acuerdo de quién es la cita, pero juro que lo he oído), que la racionalidad de un país, se mide por el trato a sus mascotas... Pues no se dónde ubicarnos, pero a bote pronto, me resuena en la cabeza, que cerca del subdesarrollo.
No sé... Yo quiero vivir en un país, en el que nos relacionemos sanamente con los animales.... Que yo como carne, sí. Pero le agradezco al animal el esfuerzo de morir para alimentarme y además, no llevo cinturones de yoghurt, vamos a ver... Pero hay límites que me parecen absurdos de pasar.
Ojalá evolucionemos como nuestros vecinos y los animales adquieran más derechos, que también es lícito, son nuestros amigos y a veces únicos compañeros de vida (otras no, otras tienes más). Pero el que te recibe siempre incondicional, celebrando como si hubiera visto a Dios cuando llegas a casa, es tu perro... Se merecen algo ¿no?...
Pues esto era lo que os quería contar hoy... Que tengáis muy buen jueves ciberlectores ;)
(Vacío)
2 comentarios:
Qué gran verdad!!!!
Sí que lo es sí :) Gracias por opinar
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