Chejov decía algo interesante: << Si en un relato hay una pistola ¿hay que dispararla? >>
Chejov quiere decir lo siguiente. La inevitabilidad es un concepto independiente. Su mecanismo es distinto al de la lógica, al de la moral o al del significado. Su función está comprendida en el papel que desempeña. Aquello cuya función no es estrictamente necesaria no debe existir. Eso es la dramaturgia. La lógica, la moral o el significado no existen por si mismos, sino que nacen dentro de una relación.
Chejov entendió muy bien que es la dramaturgia.
Chejov entendió muy bien que es la dramaturgia.
No recuerdo que libro es la fuente. Si "Mientras escribo" del maestro King o "El método Stanislavski" o "La bendita manía de contar" de García Márquez" o son palabras de Joaquím Oristrell, uno de mis maestros. Da igual, mio no es, que es lo que deseaba aclarar, pero lo incorporo en un momento en el que no escribo demasiado en el blog porque estoy leyendo, viendo cine y con un cuento hasta el domingo cruzado, que pretendo presentar a un concurso.
No obstante iré viniendo de a poquitos, como hoy que quería contaros esto. Vendré a intentar rozaros con mis palabras.
Buenas noches y buena suerte que dijo aquel.
Buenas noches y buena suerte que dijo aquel.
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