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lunes, 5 de mayo de 2014

Lady of Casterly. Capítulo III









Lady of Casterly
La tormenta.


Interior estancias Roca Casterly. Día.

-       ¿Cómo has podido hacerlo Tywin? ¿Cómo?- Caminaba inquieta de un lado al otro de la alcoba mientras se retorcía las manos.- Era mi carta, estaba dirigida a mí, remarcó la propiedad golpeándose el pecho con más fuerza de la que en principio parecía posible en un cuerpo tan delicado.- No tenías ningún derecho.

El Señor de la Roca estaba sentado con las piernas cruzadas junto al gran ventanal, su gesto rígido no transmitía emoción alguna, no obstante Joanna le conocía mejor que nadie, notó su desasosiego. Estaba molesta por la falta de respuesta, arremetió de nuevo contra él, su gesto crispado acompañó su tono de voz.

-       Me siento muy defraudada.- Lord Tywin levantó de forma súbita la mirada y dio una sonora palmada sobre la misiva que reposaba inocente en la maciza mesa.

-       ¡Basta!- Joanna clavó sus ojos verdes en él.
-       ¿Basta? ¡¿Qué basta?! ¿Qué es lo que basta exactamente, Tywin?- Sintió cómo cada uno de sus músculos faciales se tensaban aún más. Escrutó con dureza al hombre que tenía delante, “la mano del Rey”, pero aún antes de eso, su primo, su esposo, el padre de sus hijos- no te reconozco- un silencio glaciar se instaló por primera vez entre ellos.

Lord Tywin sostuvo la mirada de su mujer – soy tu marido, y tengo derecho a saber todo lo que acontece en mi casa. Lo sabes- Lady Joanna ladeo la cabeza hacia su hombro izquierdo, serena y peligrosa, en una mezcla que la hacía más bella aún. Él continuó hablando. – Y te diré que no me gusta… es más, que bajo ningún concepto aceptaría la unión de la casa Lannister con la casa Martell. No bajo las actuales circunstancias.- Su mirada se dirigió al cielo azul y en calma que el aire hacía vislumbrar entre los ondulantes cortinajes del acceso al balcón.

Ella recogió con delicadeza los bajos de su vestido y se aproximó, buscó un butacón alto de cuero y lo acercó al que ocupaba su esposo.

-       Mi amor, puso una mano sobre su antebrazo, como reza el lema de los Stark “se acerca el invierno”, todos sabemos cuan convulsa es la situación de los reinos, y cómo se está rigiendo desde la capital su gobierno. Hemos de perpetuar nuestro nombre y fortalecernos…
-       ¿Fortalecernos dices? Emparentando con unas bestias amorales que sólo poseen desiertos- el desprecio de su voz era patente.

La mujer volvió la mirada a sus enrojecidas manos que ahora descansaban inertes en su regazo.

-       Nadie es lo suficientemente bueno para ellos ¿verdad? Sobre todo para Jaime.
-       No me gusta esa gente.

La pena inundó la voz de Joanna que sacudió la cabeza.

-       No, no te gusta nadie que no seamos nosotros,  se nos agotan los primos, y los gemelos no pueden casarse entre ellos, por más que quieras, Tywin.

El comentario había salido de sus labios sin siquiera pensarlo. Lo hirió.

-       Eso jamás, ¿me escuchas? – Levantó su mentón con un dedo para que le mirase mientras la hablaba- No somos Targaryens, esas aberraciones nunca ocurrirán bajo mi techo. No digas estupideces- retiró el dedo de su cara y sonrió sin humor.

No supo si la había hecho más daño la última palabra, el gesto desairado o esa risa sarcástica que nunca antes le había visto. De forma instintiva y sin siquiera mirarle se irguió enfadada para marcharse de la estancia; pisó el borde de gasa roja que remataba los bajos de su falda y tropezó. El único sonido fue el rasgarse de la tela.

Lord Tywin actuó con una rapidez felina y la tomó en sus brazos antes de que cayese al suelo. La cercanía de su boca y de su cuello le confundían, se acercó a este y lo besó con vehemencia. Joanna puso las manos en el pecho de su marido tratando de apartarlo. Él buscó sus labios y volvió a besarla sin atender a su rechazo. Ella hizo ademán de frenarlo una vez más pero finalmente el amor que sentía hacia él y la turbación fueron mayores que su enfado; dejó de resistirse y rodeó el cuello de su marido con los brazos.

Tywin la llevó al lecho en silencio, la tendió con celo, y la cubrió con su cuerpo.

Continuará

Lady of Casterly.
Fic basado en ‘Canción de Hielo y Fuego’
Todos los personajes y lugares son propiedad de George R.R. Martin.
ropadeletras. Madrid. Mayo 2014.




3 comentarios:

Kahlan89 dijo...

Bueno buenooooooooooo Ese Tywin todo pasión jajaja

Me está encantado el fanfic :) ¡¡Sigue así!! :))

Elora dijo...

Ahí, ahí, engendrando enanos xDDD

Me encanta ver a Tywin así ;)

Cristina dijo...

Muchasssssssss gracias a las dos. Tywin también tiene sus momentos locachos, jajaja.

Todavía no está engendrando enanos... aunque ya queda poco, va a ser un mini fic.

Espero colgar pronto el próximo :DDD

Cristina ropadeletras.