El universo conspira a tu favor

El universo conspira a tu favor

Bienvenidos

Gracias por entrar en mi universo personal








miércoles, 4 de junio de 2014

Lady of Casterly. Capítulo IV









Lady of Casterly
El origen


Interior estancias Jaime y Cersei. Día.

El llanto de los críos se clavaba en sus tímpanos, llevaban horas llorando sin parar. La niña más. Cuando en algún momento el niño, agotado, se había callado para rendirse al sueño, ella, como si lo notase, berreaba más fuerte aún hasta que él volvía a acompañarla. Ni la comida ni los arrullos habían conseguido calmarlos, y la única solución que conseguía poner freno a esa locura estaba prohibida. La señora montaba en cólera ante su sola mención. Por supuesto, ella nunca tenía que aguantar esa tortura.

Es cierto que los visitaba varias veces a lo largo del día, en ocasiones hasta los cambiaba y bañaba. Cada noche acudía antes de retirarse a sus aposentos, y en toda la Roca se hacía el silencio para oírla cantar “la nana de los Siete”. No se comportaba al uso. Incluso cuando nacieron se empeñó en ser ella misma quien les alimentara al principio; hecho que fue un verdadero escándalo en Lannisport dada su posición, y se había oído entre el servicio que ni siquiera Lord Tywin había conseguido hacerla cambiar de parecer.

Pero los lloros de los pequeños la sacaban de sus casillas aunque quisiera ocultarlo, era palpable su rigidez en cuanto empezaban a sollozar, y desaparecía de las estancias en las que estuvieran con cualquier excusa, aún así se negaba en redondo a ponerle solución. – Dejarán de hacerlo cuando sean más mayores- decía, pero ella no se lo acababa de creer.

Unas toses ahogadas la sacaron de sus pensamientos. Soltó las labores de bordado que sostenía y se dirigió a las cunas. La niña, con el gesto congestionado, luchaba por respirar. El pánico se apoderó de ella, si la ocurría cualquier cosa estando a su cuidado ya podía despedirse del trabajo, y había muchas posibilidades de que tuviese que hacerlo hasta de su vida.

-       Cersei, por los Siete-, la tomó en sus brazos y comenzó a darle unas palmadas nerviosas en la espalda- Cersei, respira.

Como si hubiese intuido el peligro que corría su hermana, Jaime empezó a llorar de forma más desconsolada todavía mientras movía con desesperación sus piernas y sus puños.

La Ama de cría le miró consternada, parecía que quisiese alcanzarla. Volvió su atención a la pequeña cuya piel había adquirido un tono violáceo y comenzaba a quedarse inerte, casi silenciosa, salvo por el fatigoso esfuerzo que hacía por respirar.

-       ¡Que reacciones!-. La agarró por los tobillos con una sola mano y la colocó boca abajo mientras golpeaba con más energía su espalda y sus nalgas. El tiempo se agotaba. –CERSEI- Una lágrima brotó de sus ojos justo cuando una flema salía de la boca de la niña. La respiración comenzó a acompasarse poco a poco. La colocó recta y la abrazó mientras la acunaba. –No vuelvas a darme estos sustos, ¿me oyes?- Besó repetidas veces su pelo, su frente, y sus sonrosadas mejillas – nunca más-.

Una sonrisa asomó a sus labios, la cría estiró sus deditos y los llevó a la boca de la criada, esta sonrió a su vez y la estrechó contra si. Tres solitarias campanas tañeron en la lejanía.

Había estado a punto de morir de asfixia sólo por la testarudez de su madre.

En todas las casas humildes de Poniente los bebés compartían cuna y ella nunca había oído que pudiera pasar nada malo por ello. Y los niños se adoraban, hasta un ciego podría verlo, era la única manera de mantenerlos tranquilos. ¿Qué creía que iba a ocurrir? ¿Qué uno mataría al otro? ¿Qué mal podía existir en que compartieran el lecho?

Una vez se hubo pasado por completo el ataque de la chiquilla y aun estando esta en sus brazos, comenzó de nuevo a sollozar.

-       No, no, ssshhhh, tranquila… 

El rostro del Padre es fuerte y severo, juzga certero el bien y el mal.
Sopesa las vidas, las largas, las breves, y ama a los niños.
La Madre regala el don de la vida, vela por toda esposa y mujer.
Su sonrisa dulce aplaca la ira, y ama a los niños.
El fuerte Guerrero enfrenta enemigos, nos protege siempre en el vivir.
Con espada, escudo, con arco y lanza, él guarda a los niños.
La Vieja es anciana y muy sabia, y nuestros destinos contempla pasar.
Levanta su lámpara de oro rutilante y guía a los niños.
El Herrero trabaja sin descanso, para nuestro mundo enderezar.
Usa su martillo, enciende su fuego, todo para los niños.
La Doncella baila por nuestros cielos, ella vive en todo suspiro de amor.
Su sonrisa bella da vuelo a las aves, y sueños a los niños.
Son los Siete Dioses, nos hacen a todos, escuchan tus ruegos al rezar.
Cerrad pues los ojos, os cuidan, niños,  cerrad pues los ojos, vuestro sueño velarán.
Solo cerrad los ojos, ellos os cuidarán y vuestro sueño velarán.

Cantó la canción de cuna que usaba su madre para hacerlos dormir, mas la niña no cesó.
-       Eres más terca que tu madre- dijo la criada llena de desesperanza.

No estaba dispuesta a arriesgarse otra vez. Salió con presteza al corredor y miró a ambos lados, piedra y más piedra, estaba vacío. Volvió al interior y cerró la puerta con cuidado.

Con la seguridad y la determinación del que hace lo que sabe que tiene que hacer se acercó donde descansaba Jaime. Lo movió y depositó a Cersei a su lado. De inmediato la mano de ella agarró el diminuto brazo de él y ambos se callaron a la vez. El niño comenzó a gorjear. No habían pasado ni cinco minutos cuando los dos estaban dormidos; los miró con ternura.

Se dejó caer en la silla, agotada, trató de coger su bordado para mantener la cabeza distraída, pero el sueño la venció.

Los gritos airados la despertaron.

-       ¡¿QUÉ HACEN LOS NIÑOS JUNTOS?! ¡¿NO HE PROHIBIDO QUE DURMIERAN EN EL MISMO LECHO?!

Se levantó de inmediato.

-       Se… Señora… Yo… Lloraban sin parar.
-       ¡Pues haces que se callen!- Gritó-, que sea la última vez.
-       Yo… -Lady Joanna la fulminó con la mirada- No volverá a ocurrir, señora.

Joanna cogió a Jaime en brazos. Cersei empezó a llorar.



Continuará





Lady of Casterly.
Fic basado en Canción de Hielo y Fuego.
Todos los personajes y lugares, así como la nana que aparece, son propiedad de G.R.R.Martin
Ropadeletras. Madrid. Mayo 2014.


Escribir es humano. Corregir es divino.
Stephen King.

5 comentarios:

Kahlan89 dijo...

Juju Qué alegría si Cersei se hubiera asfixiado xDD La de problemas que nos hubiéramos ahorrado xDDD

¿Y qué mosca le ha picado a Joanna? mmm Me parece que no quiere que ¿hereden? malas costumbres *silva* JAJAJA

Muy buen capi :) Esperando el siguiente ^^

Athena dijo...

añhñashgasdhgas ¡Que me ha encantado ese vículo desde la cunita, es perfecto!

Cristina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cristina dijo...

Muchas gracias. Julia!!!! Jajaja. La manía que tienes a Cersei, no es tan mala, las hay mucho peores.

Agradezco mucho el comentario, y me alegro que te esté gustando.

Un beso.

ropadeletras :3

Cristina dijo...

Gracias, Athena!!!!!!!!!! Me encanta que te haya gustado lo del vínculo desde la cuna, gracias por el comentario.

Un besazo.

Cris ropadeletras :)