Con la Fórmula 1 de fondo; en un Gran premio con especial significado para mí... (esta es otra historia), hago balance.
Es sábado, en realidad sería mañana cuando se completaría esta semana de torbellino, pero es que mañana quiero descansar, desconectar de todo, y probablemente, empezar a ver 'Mad Men', que siempre que cambio al Plus están echando un capítulo o un "documental" que habla de esa serie; aparece ante mí todo el rato como si fuera un aviso de la vida. Me frena que son siete temporadas, no sé que hacer. Dudo dudo.
A lo que veníamos.
El domingo pasado estuve en la #GoTExhibit. ¿Dónde dóndé? ¿En qué lugar dices que ha ocurrido? Pues donde ocurre casi todo, en Madrid. Sólo nos falta la playa, la Zinemaldia, y Gigamesh. Algo tenía que ser en otros sitios. Está bien así.
Fui con un amigo que en realidad no conocía en persona hasta ese día, me cayó muy bien; iba a ir con una amiga que sí conozco, pero ella ya había ido el jueves a ver la expo y él no había conseguido entrada; hablamos y al final ella le cedió mi ofrecimiento para intentar que la menor cantidad de gente se quedara sin verlo.
Me senté en el Trono. La casa Stark estuvo allí presente. La experiencia fue increíble, sobre todo subir en el ascensor del Muro, hasta grité, tenía el nervio en las chichas. Fue brutal.
Me compré una bolsa monería, nada más porque todo estaba un poco caro y yo ya sabía que iba a ser una semana con mil gastos. Debía dosificarme.
Cuando acabamos nos fuímos a la Feria del libro antiguo y de ocasión, en el Paseo del Prado. Ahí había que comprarse un libro. Venía de mucho Sherlock y de Modiano, este último me había dejado mega tocada emocionalmente. Necesitaba algo que fuese libiano y liberador; por 10 euros encontré 'El símbolo perdido' de Dan Brown. Veintitantos pavos no pago por él, diez sí. La gente lo critica (al autor) con frecuencia diciendo que hace bet sellers como churros, ¿qué quieres que te diga? Ojalá tuviera yo la capacidad de escribir algo así. Con tanta facilidad.
Vuelvo a mi eterna idea de que los libros llegan a ti cuando los necesitas, yo necesitaba esto. Cada vez que me pierdo, que no sé qué leer o qué hacer con mi vida, retomo 'Felices pesadillas' de Valdemar hasta que aparece el siguiente paso a seguir en mi camino. Esta vez ya ha aparecido, ahora, tenía que ser esto.
Me encantan los masones, las aventuras, y aunque yo lo he incorporado a mi vida desde otro sitio, sin saber cómo se llamaba, también la ciencia noética. Lo estoy disfrutando mogollón, me está haciendo mucho bien.
Llegué a casa emocionada, con ganas de contarlo todo en el blog, entonces ocurrió algo que me descolocó.
Todo mi ordenador se había cambiado "solo" al catalán, los traductores, los mail, y no había forma de que volviera al Castellano; entré en shock, me asusté. El catalán me parece un idioma precioso, y en muchos momentos a lo largo de mi vida ha cobrado especial sentido, pero yo no lo había cambiado a esa opción. Lo primero que pensé es que me habían pirateado la cuenta del blog porque desde que empezó el año he sufrido un acoso por parte de alguien que me hacía responsable de su "vida", espiaba mi twitter, me plagiaba, se mofaba de mí sin mención. Nunca contesté, no es mi estilo, me limité a esperar al karma; hubo un momento en que consideré que ya era suficiente tanto y bloqueé.
Cambié todas mis cuentas y contraseñas. Entré hasta en mails que llevaba tiempo sin usar. Estuve hasta las dos de la mañana con la gilipollez.
Hubo un momento en que no sabía si me estaba volviendo loca, si era un fallo del ordenador; daba igual, ya no escribí, ese día, me niego a que la locura y la maldad de otros modifique mi vida, aunque lo cierto es que así ha sido. Es poco importante; repito, confío en el karma. Tema finalizado.
La semana siguió con normalidad. Cafés, amig@s, sol, parques, jugar... vivir.
Llegamos al jueves. Quedé con un amigo que hacía mil que no veía y al que le debía un regalo de cumpleaños. Él me invitó a comer. Fuímos a la calle de la Ballesta a ver un graffiti mega guapo que hacía días que quería ver en directo, y a Atlántica 3.0 a reservar 'El mundo de hielo y fuego' que salía a la venta ayer viernes. En esa tienda suelo hacer mis compras freak.
Entre una parada y otra, vimos en una tienda de la Plaza de los cines Luna una camiseta de Jon Snow con una frase Shakespereana, y la sumé a mi colección. Jajaja, la extravagancia de gastos acumulados se iba apoderando de mí y de mi sueldo.
Y por fin llegó el viernes...
Aquí está, lo que llevaba tanto tiempo esperando. Cuando llegué a por él, el dueño, que me conoce y sabe de mi pasión por Jaime Lannister, me dijo que les había llegado el nuevo Funko de este, el de la mano de oro, pensé "de perdidos al río", ¡DÁMELO TODO! -dije-. Cargada de felicidad como una burra corrí por las calles de Malasaña para ir a currar.
Cuando llegué anoche a casa, me dediqué a actualizar y colocar mi estantería de Juego de Tronos, como si de un escaparate se tratase, emocionada como un niño chico. Al acabar me metí en la cama a leer sobre pirámides masónicas, acrónimos y cámaras de reflexión, y me dormí. Agotada pero feliz.
Hoy, después de la ducha y del café, y con Fernando Alonso de fondo, me he puesto a escribir. Y aunque al principio me ha costado, sobre todo porque me daba cuenta que me censuraba porque hay cosas de las que no había hablado y no quería hacerlo, al final he decidido no castrarme, hacer un exorcismo; contar la verdad porque si no la historia de esta semana perdía el sentido.
Me niego a poner candados a mis cuentas por un acoso (aunque es cierto que las uso menos), me niego a dejar que me roben mi libertad y sesgar lo ocurrido. Esto es lo que hay.
Mi ordenador sigue en Catalán, no sé quitarlo. Lo tomaré como una señal de la vida. Me quedaré con que ha sido así porque no podía por una situación concreta desechar los recuerdos bonitos que me evoca... Y a partir de mañana llevaré una vida austera el resto del mes. Cafés de euro por la calle, el Retiro de Madrid, y hacer cosas en las que no haya que gastarse mucho dinero porque me he quedado tiritando económicamente.
Y esta es la crónica de mi larga semana. Fin.
Ahora me voy a leer un capítulo pendiente que tengo del fic
'El resurgir del León' y luego a comer y a currar.
Como dijo aquel: Buen día, y buena suerte.