Os dije que me iba a tomar unos ratitos de los míos porque tenía que vivir, también que leer y que mirar para adentro antes de seguir escribiendo. Tampoco ha sido así del todo. He escrito, aunque no en exceso, y las moleskines iban conmigo a todas partes; lo único es que no he publicado, no sentía el momento, y ya sabéis que yo me muevo por las chichas.
Hoy me lo pide el cuerpo; de noche como los gatos.
Me pongo a ello pues, Ladies and gentlemen; con un café, que las horas son las que son, llevo mucha tralla hoy en el cuerpo, y vengo a darlo todo.
Gracias a quien siga ahí, esperando por si escribo... y a quien no, pues no es que vaya a agradecérselo, pero que lo entiendo perfectamente, faltaría más.
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