Cuenta Philarète Chasles que en Escocia se cree en todo tipo de duendes y en las cabañas se discute de filosofía.
También dice, y lo puedo reproducir porque murió hace siglos y sus derechos han expirado como los de Shakespeare...
[...] Todos los crímenes cometidos en Escocia desde hacía veinte años estaban allí, tapizando los muros de la iglesia abandonada a los demonios.
[...] Se prometía, pues, una y otra vez, vencer su miedo y gozar del singular regalo que el cielo o el infierno le habían enviado.
Todo esto y más, en "El ojo sin párpado".
PD: Ya os hablaré de este libro cuando lo acabe, merece una crítica, y más aún, merece ser leído.
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