Ya sabéis que yo no suelo recomendar bares de forma habitual, porque no voy a muchos y porque no había sentido la necesidad de hacerlo. En ocasiones sí recomiendo tiendas, restaurantes, hoteles... Uppps. Pues la verdad, si lo pienso me faltaba un bar chulo. Ahora ha aparecido uno en el que me sentí muy feliz y de este si os voy a hablar.
Este finde fuí a Cantabria, esto ya os lo dije el lunes, pero han pasado tantas cosas fantásticas y happy's que no las conté todas juntas, por no saturar y eso.
El sábado, después de un día de excursiones, comidas, naturaleza y monumentos, necesitábamos tomar algo y socializar en la calle, ya estaba bien de tanto aire y tanta salud ja ja ja. Por eso y quizás porque era cosa del destino, acabamos en este bar. En el "Punto de encuentro", ¿qué magia no?
Nos trataron tannnn bien, que ahí ya, me plantee escribirles un post como agradecimiento. Pero es que luego empezamos a pedir cafés a las tantas y con la máquina limpia y todo, nos los pusieron con una simpatía a la que a veces la rapidez de Madrid nos desacostumbra; que te sorprende vaya.
Además que los cafés estaban maravillosos y con pasta de la tierra y todo que los ponían... Después se pasó a las copas, que estaban aromatizadas en los bordes, ¡me encantó el detalle!...
Y por si fuera poco, vimos ganar al Madrid, empatar al BarÇa... El universo conspiraba a nuestro favor todo el rato ;)
Nosotros lo vimos en el plasmazo que tenían dentro que ocupaba toda la pared, pero la terraza era una monería, lo que pasa es que aunque hubiera viento sur, nosotr@s no estábamos acostumbrados a la temperatura como los lugareños y por eso no nos sentamos fuera, que también tenía una TV...
Me moló mazo también ver que dentro estaba lleno de la gente más joven, pero la gente madura también tenía espacio allí. Y con una paz que se mezclaba todo el mundo... incluso había un borracho típico de bar, pero no dió nada la paliza. Súperbien.
Y aunque yo no pagué, porque el muchacho que iba con nosotros nos cuidaba más que a la princesa del guisante. Con todo lo que nos pimplamos no tuvo que sacar demasiados billetes, osea que encima no es nada caro.
Muy chulos los grifos de la cerveza que eran las "Torres Kio", ja ja ja, me parto, fue como estar en casa en todos los sentidos, pero de vacaciones en el norte y eso me moló, porque a veces cuando vamos por ahí, los de Madrid no gustamos mucho porque tenemos fama de chulos y de cantamañanas.... Que aquí nos llamamos artistas... Pero hay gente que no lo ve así.
Igual yo soy de Ávila, pero también me siento muy Madrileña, así que me encantó sentirme tan acogida.
Ya sabéis. Si váis a los corrales de Buelna, que es un lugar maravilloso asentado junto a la cuenca del río Besaya y junto a Cartes. A 12Km de Torrelavega y 32 de Santander. No podéis dejar de ir a tomar algo a este bar. Lo pasaréis muy bien, os tratarán mejor y os sentiréis en casa, sea cual sea la vuestra.
A veces viene muy bien, encontrar un sitio que sea Rivendell, donde uno se sienta a salvo e integrado. Felizzzzzz vida!
PD.- Luego nos fuimos a darle al champán... Osea, un día redondo.
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