Ni en la vida real ni en la otra, su nombre empezaba por la inicial correcta. Y antes de cambiárselo, porque le gustaba mucho, cogió la maleta y se fue con el viento fresco.
Ayudó que comprendiera que sus mensajes eran marca ACME.
Él amaba las letras.
The End.
ropadeletras. 1 de Septiembre de 2013
(ilustración: Yo por Elena Idígoras)
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