Esta serie me ha conquistado, me ha conmovido en algún lugar profundo. Breaking Bad me ponía muy triste y dejé de verla en la primera temporada, a pesar de eso, llegué a conocer a Saul Goodman antes de hacerlo; debo agradecérselo.
Bob Odenkirk ejecuta una magnífica interpretación en un fantástico spin-off. Buen guión (me niego a ponerlo sin tilde diga lo que diga la RAE, igual que no escribiré "cocreta"), y una cabecera que por su estética y por su sencillez, me parece soberbia.
Jimmy McGill. Un hombre noble.
Qué difícil a veces no ya hacer balance, tomar la decisión y cambiar, si no que te lo permitan. Y todo por unas cuantas gilipolleces al fin y al cabo, coronadas por un cagarse en el sitio equivocado en el momento equivocado.
... Y ya nadie te consiente el dejar de ser "Jimmy el resbalones"... Bah, nadie nadie no; no te lo concede tu hermano, que es casi peor. ¿Cuántas veces es la familia la que no cree en ti? Y si tu familia no tiene fe en ti ¿cómo te sobrepones y la tienes tú mismo? No te queda mucho más remedio que volver al hoyo.
"¿Sabe guardar un secreto?"... Sólo un rato más, en lo que se te pasa el dolor de descubrirlo y le haces un último favor a un amigo.
Jimmy McGill tiene un alma decente. Ojalá que le vaya bien, haga o no lo correcto.
Estoy esperando la segunda temporada. Es posible que hasta le de una nueva oportunidad a Breaking Bad, ¿por qué no?
Serie recomendada de la semana:
Better call Saul.
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