Santo Macqueen que estás en los cielos de los modistos y el arte…Nos dejaste hace casi ya dos meses, el 11 de Febrero (Jo como pasa el tiempo). Pero ha sido ahora, cuando ya tenía incorporada tu falta, y cuando han empezado a llevarse las propuestas de primavera-verano, que he comenzado a echarte de verdad de menos. No por tus colecciones en si (que también)… A las que nunca he podido acceder, sino por lo mucho que me inspirabas a todos los niveles…
Porque yo también soy… Como tú inconformista, extrema, pesimista… Melancólica vaya y tiendo a ir contracorriente…
Pero es que tú tenías un plus. El de la genialidad y eso a veces no es fácil de gestionar; pelearse con el mundo es muy cansado ¿verdad? Y tú te cansaste y dijiste hasta aquí. Debió serte muy difícil rozar siempre la desesperación.
Hace un año avisó con una frase que le definía, dijo que el no había venido a darnos perlas y twin sets…
Y es que desde los principios de su andadura, fue un visionario, incluso en su origen para el mundo que lo eligió. Su padre era taxista y el siempre lo llevó a gala, la humildad del origen.
Despuntó desde la escuela de Saint Martins, con 20 años trabajaba ya para Koji tatsuno, Romeo Gigli vendría después… y Givenchy, Gucci… su segunda línea McQ, colaboraciones hasta con Puma… de todo, hasta que decidió dejarnos huérfanos este año… y la pena más grande, es que, como todos los que se van, ya no va a volver más. Te perdimos.
Que descanse usted maestro. Santo Macqueen que estás en los cielos.
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