Cada vez que algo me descoloca mucho en la vida, yo vuelvo a Harry Potter como un medio de sanación e incluso, reconoceré, que de evasión.
Puede que sea una tontería, o no, no lo sé... Pero a mi me funciona y al fin y al cabo, eso es lo que importa. Así que no me voy a plantear más. Que si me dejo, mi cabeza empieza "run run, run run" y ya no para la canalla... Ja ja ja. Lo que puede a veces el coco, para bien y para mal.
El caso, es que como supongo que ya sabéis... y sino os lo repito, que tampoco pasa nada.
Estoy acabando de pasar tres duelos muy importantes en mi vida:
El de una pareja, una casa y una amiga de alma (de más amig@s, pero solo una de lo profundo total)
Y aunque cada día estoy mejor y lo voy teniendo más trascendido, aun hay cosas que duelen como hacerse una pupa gorda.
Por eso, elijo como "acción valiente del día":
Seguir releyendo a Potter en bucle lo que haga falta
Me leí el 1º, 2º y 3º. Salté al 6º, luego el 7º... Y ahora, he retornado al 4º... Entremedias me he leído otros, pero no tenía demasiada capacidad para disfrutarlos. Incluso dejé a medias "Cain" de Saramago, pero también porque no me molaba nada vamos a ver. Hay mucho que leer en la vida, como para forzarse a algo que no te gusta... Ya no hay que obligarse, hay que mirarse y quererse... (Gracias Elenita)
En fin. Que con este bucle lector y por el... Con ello y otras cosas, como los bizcochos y los parques infantiles. Encuentro otra acción, más valiente si cabe:
Seguir cuidando desde el adulto que ya puede y lo sabe
a mi niño interior.
Muy buen sábado!!!!
Muaka
:)
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