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jueves, 10 de marzo de 2011

El micro suceso




Se sentía feliz. Nunca había mirado un libro con tal devoción. Y tenía muchos.

Pero este, aun plastificado y sin saber del todo qué se iba a encontar, llevaba siendo su objeto de deseo al menos un par de meses. Ja ja ja, en realidad no era tanto tiempo.

Volvió a mirar la contraportada, mientras la cajera cobraba a la chica que había delante suyo.

"El pack de temporadas de Sexo en Nueva York"... Esas ya las tengo, se dijo mientras sonreía. De hecho fundidas de tanto verlas.

- "Hola. buenos días"

Había llegado su turno, en nada estaría sentada en un banco, despelándolo y empezando a leer.

- "Hola"

Dijo la cajera y pasó el libro por el scanner.

- "¿Efectivo o tarjeta?"
- "Tarjeta, gracias"

Mientras le metía el libro en una bolsa de papel, ella le entregó la Visa y el DNI, la cajera la introdujo de forma autómata. Piiiii...

Alerta, algo ocurría. La sacó y volvió a introducirla. Piiii... La chica de la caja resopló.

- "Perdona, no va"
- "¿Qué?"
- "La tarjeta, que no pasa"
- "No puede ser. Si es nueva. por favor, inténtalo otra vez"

La chica puso cara de culo, harta de situaciones como aquella, en las que la gente se emperraba en ir contra la máquina; pero lo hizo de nuevo. Piiiii...

- "Lo siento señorita, no funciona"
- "Espera, que me la froto en el pelo"
- "Señora, que no pasa. ¿No tiene efectivo?"
- "No"
- "Pues entonces me temo que..."
- "Por favor"

Dijo con ojos de súplica, mientras se frotaba la tarjeta en la coleta. La gente que estaba en la cola tras ella, empezaba a impacientarse. De nuevo se la entregó. La cajera, ya sin convicción ninguna, lo intentó de nuevo. Piiii...

- "Venga por Dios"

Dijo una voz al fondo de la fila.

- "Nada"
- "Bien, pues en ese caso..."

Se le escapó una lágrima.

- "¿Lo quiere de verdad?

Se giró y vió a un hombre detrás de ella. Llevaba una cazadora de Belstaff y un montón de libros en la mano. La miraba con cara sonriente.

- "Sí, pero no me va la Visa"
- "Pásemelo a mi señorita, haga el favor"

Cogió la bolsa de papel, sacó el libro, lo puso con los suyos y se lo entregó a la cajera, que los puso todos sobre la cinta de la caja.

- "Es que"
- "¿No lo quieres?"

La cajera, se había quedado parada. Empezaba a picarle la curiosidad.

- "Sí pero"
- "¿Pero qué?"
- "¿Cúal es el precio?"
- "¿No lo has mirado?
- "Sí, sí, 30 pavos"
- "Pues ese es"
- "Ya, si digo el precio para mi"
- "Ah, claro. ninguno"
- "¿Seguro?" ... (Una ya no estaba para sexo por un libro...)
- "Ja ja ja. Seguro guapa. O ¿quieres darme algo?"
- "No... No. Vale. En ese caso, muchas gracias. Me dejo que me lo regale"

En ese momento, una voz llamó la atención de ambos, a la cajera la situación le había dejado de interesar. Eso no le iba a costar nada a nadie, una mierda.

- " 117'95 señor. ¿Efectivo o tarjeta?"

El abrió la cartera y pagó con efectivo, sin contestar y sin retirar la mirada de ella.

- "Bien, entonces ya está. Que lo disfrutes. Buen día"

Cogió sus libros y se fue. Ella abrazó el suyo y aun un poco en shock, salió a la calle. La vida a veces era sorprendente. comenzó a andar por Preciados tan contenta. Si ya sabía ella que ese libro tenía magia.

:)








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