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jueves, 17 de enero de 2013

Jaime y Sansa. Capítulo XIII (parte 1)





 





Capítulo XIII

El Fin

(Parte 1)



Terrazas Villa. Exterior día. El sol se refleja en los suelos de mármol.


Las dos últimas semanas habían pasado volando para Sansa.

Cuando Jaime volvió a Desembarco del Rey lo hizo sólo. Nadie preguntó y nada se contó de lo ocurrido entre los dos hermanos durante su encuentro. Ya llegarían los cuervos pensó la corte.

Lo primero que hizo el Lord Comandante, fue dirigirse al Septo de Baelor y hablar con el Maestre que había atendido a la Norteña en su convalecencia, después, se dirigió a su celda, le acarició la mejilla mirándola a los ojos y la besó antes de darse la vuelta y marchar en silencio. Sansa había llorado sin parar los dos días que él tardó en volver a buscarla. Las septas no le dijeron ni una sola palabra cuando ella preguntó y tampoco le permitieron salir. Dos Capas Doradas escoltaban su puerta.

Pero él regresó, cuando estaba a punto de volverse loca, Jaime Lannister vino a recogerla sin la armadura. Se sentó callado mientras la vestían con un traje rojo con leones bordados en oro y se la llevó de allí.

Viajaron cerca de medio día en carruaje hasta una villa ubicada entre Stokeworth y La Capital del Reino. Él no paró de besarla en todo el trayecto mientras la tenía en sus brazos.

Una vez que dispusieron unas estancias para ellos. Jaime la llevó a la terraza, la recostó en un diván, la cubrió hasta el pecho con una piel de Marta y le habló:

“- Os he echado mucho de menos mi amor;  me volví loco Sansa; quise matar a Cersei y a Joff y si no me hubieran frenado, lo habría hecho. Después, decidí que era mejor volver a por vos, y eso hice… Lo que no esperaba –dudo un segundo, pero cerró los ojos y continuó tras una breve pausa- es que estuvierais esperando un hijo – Sansa dio un respingo sorprendida, pero él le puso la mano sobre el hombro con cuidado para que se quedara quieta – El maestre no se explicaba como esa vida estaba enraizada después de lo de… De lo ocurrido, pero así era. Y por eso estamos aquí. No voy a permitir que vuelvan a tocaros, nunca, nadie, os lo juro. He renunciado a la Guardia Real. Os llevaré a Invernalia en cuanto estéis fuertes las dos –le acarició la barriga y la besó en los labios con dulzura- La lobita y vos. Y entonces, seréis mi esposa“

“- Será un León –dijo ella sonriendo muy convencida y arrugando divertida la nariz-“

“- Sois una loba testaruda eh –le contestó él y rió a carcajadas mientras la abrazaba- perfecto pues, el primero será un león, pero después, quiero una loba

Desde entonces su vida había dado un giro absoluto, era feliz. Se pasaban el día prácticamente juntos, salvo los pequeños ratos que él atendía audiencias privadas o se desplazaba a la ciudad. Él la mimaba todo el tiempo y ella se dejaba querer.
Algunas noches, mientras creía que dormía, le había observado por el rabillo del ojo revisando pergaminos con aspecto de preocupación. Pero nunca le decía nada y ella tampoco se atrevía a preguntar.


Y allí estaba, comiendo uvas y acariciando el gatito que la doncella le había traído esa mañana de los establos, porque había parido la gata tuerta otra vez, cuando la sombra se interpuso entre ella y el sol, alzó la cabeza. Y sus ojos asustados vieron su determinación. “- No por favor –su voz se volvió un chillido-“

Lo único que le dió tiempo a hacer mientras Joffrey la apuntaba con la ballesta y la llamaba ramera, fue incorporarse y tratar de protegerse el vientre. La flecha le atravesó el pecho y ella gimió por el dolor. El Rey giró sobre si mismo con toda la tranquilidad del mundo y se marchó dejándola yacer en medio de un charco de sangre que se extendía irremediable.

Dicen, que cuando mueres ves tu vida pasar ante tus ojos. Lo que vió Sansa de la casa Stark fue a Dama viva y libre, a sus hermanos pequeños corriendo en Invernalia, a Robb haciéndola girar en el aire con Jon, a sus padres... Y vió a Jaime besándola, haciéndole el amor y acariciándola después. Queriéndola. Cerró por última vez los ojos, con una sonrisa en los labios, porque moría amando.


Fin.


Personajes y lugares propiedad de George RR Martin
Fanfic Jaime y Sansa
Cristina ropadeletras
Enero 2013

3 comentarios:

Athena dijo...

Oh, qué pena... Voy a por el epílogo, a ver si ma animo...

No sé si te lo creerás, pero mi capítulo del Tridente tiene un final muy, muy parecido :3 Me ha llamado la atención la casualidad.

Cristina dijo...

Me encanta tu fic!!!! Soy fan!!!!!

Me ha costado mil escribirlo, pero era lo que tenía que hacer.

Gracias por leerlo y por el comentario.

Cristina.

Anónimo dijo...

Awww :( q triste amo como escribes ojala sigas escribiendo de sansa alguna otra historia