El universo conspira a tu favor

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lunes, 6 de julio de 2015

¿Patrick Modiano? No, gracias.






La semana pasada traté de volver a leer a Modiano. Me había comprado 'Los bulevares periféricos'. Subí en el autobús, camino al trabajo. Me puse debajo de un chorro de aire acondicionado para no morir, y lo abrí.

No aguanté ni cuarenta páginas. Su calidad y su manejo del estilo es impecable, pero me entristece lo más grande. Cuando llegué a mi parada tenía un nudo grandísimo en la garganta. No era como esos que provoca la emoción ante una buena historia, era angustia, la falta de aire. Me bajé corriendo al andén con los oídos haciendo una especie de vacío y busqué desesperada la papelería que hay en el vestíbulo del metro de Avda de América. Sabía (aunque allí sólo vaya a por revistas), que tendrían la típica torreta con best sellers; necesitaba comprar cualquier cosa intrascendente y entretenida, algo que no me quitara las ganas de vivir, la esperanza.

Elegí 'Las hijas del frío' de Camilla Lackberg y lo abrí mientras me dirigía a mi línea de metro; como si no existiera la posibilidad de esperar. Era una necesidad brutal de desintoxicarme, de escapar.

Me da igual su Premio Nobel, su nombre, su fama. Me da igual todo. Me he leído tres libros de este señor antes de intentarlo con el último, y mientras lo hacía y después al acabar, he vivido con cada uno un martirio personal. Aunque quizá esto no se pueda asegurar, no creo que vuelva a intentarlo nunca. No me gusta lo que provoca en mí.

'Las hijas del frío' se puede considerar literatura de verano, ¿qué importa? Ese día conseguí currar feliz.

Lo leía mientras iba andando por cualquier sitio; volví a leer en la cama antes de dormir (algo que había dejado de hacer hace mucho). A cada página me decía: "Sólo una más". Me preguntaba qué estaría pasando cada vez que lo tenía cerrado. Así debe ser, o eso creo yo.

Llegados a este punto: Hasta nunqui, señor Modiano, nuestra aventura en común ha finalizado. Y gracias por recordarme que cuando algo te genera agonía, hay que alejarlo de ti.

 #NuncaMais.

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