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domingo, 1 de mayo de 2016

Iñigo Errejón

Se llama Iñigo, pero no se apellida Montoya, se apellida Errejón.

Nací en el #BabyBoom; tuve que hacerme #JASP, y ahora me ubico en los #WorkingPoors... Me lo he comido todo, y aún así he tenido muchas suertes porque también me ha tocado ver un presidente negro en USA y ser Errejoner.
He tenido fortuna. He vivido el cómo se cambia la historia en vivo y en directo, y le he visto aparecer a él en nuestro panorama político.

Apto y listo al extremo, con una rapidez mental y verbal que hace mucho que no encontraba en nadie, ha sido capaz de hacerse respetar hasta entre sus enemigos (- ¡pobrecito! Quién tendría tan poca alma para ser enemigo suyo -diréis-, los hay, hay gente "pa to"), aún así ni siquiera quienes no le quieren puede chillarle para callarle o tratar de mofarse como hacen con otros para desprestigiar. Mi madre y mi padre detestan un poco a Podemos (creen lo de Irán y esas cosas, incluso Venezuela está más presente de lo que había estado nunca en nuestra casa), a Pablo, y hasta a Manuela; yo sufro muchísimo porque no lo entiendo, y ellos sufren conmigo; pero cuando él habla, escuchan, y mi madre siempre dice "ese muchacho habla y explica las cosas muy bien. Es muy educado", mi padre dice "es listo"; y a mí se me llena el pecho flaco que tengo de orgullo, porque tengo fe en sus palabras, en su ideología, en él como ser humano. No se me ocurre mejor portavoz de un gobierno para ningún país del mundo.

Me gusta, a todos los niveles, hasta tiene pinta de tener buena cama. Esto no es serio, lo sé, no me importa.  Un poquito de amarillismo tampoco pasa "ná".
Como escribo e idealizo (soy un 1 de eneagrama), novelizo a veces una historia inventada de un amor con él, luego pienso "no, Cris, si le quieres de verdad no te puedes acercar a él, que a lo mejor investigan algo de cuando eras actriz y le arruinas la carrera..." Que tampoco se asuste nadie que son mis cosas de medio loca.

Te imaginas que por un avatar del destino lo leyese él. Estaría de incógnito en una cafetería con su Ipad (por ejemplo) tomándose un descafeinado y jugueteando con la punta de sus New balance con una cáscara de cacahuete. Entonces, le gustaría cómo está escrito y mi forma de expresarme, y me devolvería el follow en Twitter... ¿Ves? Ya estoy, jajajajajaja.


Galería.
(Nota: Las fotos de Iñigo ya no tienen propiedad
intelectual, como las de todos los grandes ídolos han
pasado a ser de sus hordas de fans. PD: Me lo he inventado.)


 Aquí Iñigo sentado rodeado de sillas que le miran absortas.


Aquí apoyado en su mano izquierda.


 Aquí atento en el congreso.


 Aquí a punto de salir por una puerta.
Sencillo. Impecable.


 Sentado en un banco... Madre de Dios.
Cualquier día quito a Don Draper de fondo de pantalla y me lo pongo a él.



Aquí brutal

Un día leí una respuesta a un tuit que llevaba esta última foto; no estoy segura de quién era esa respuesta, pero es posible que fuese de una cuenta que se llama olaládefua (si fue de otra lamento no recordarlo), en el que decía algo así como: "Qué guapo, parece una estrella de rock recién salido de una clínica de desintoxicación". No tengo nada más que añadir.


Hacía falta alguien así, hacía mucha falta. Hubo una generación que tuvo a Adolfo Suárez, nosotros tenemos a Iñigo Errejón. 

#Errejoners #SíSePuede.


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