El universo conspira a tu favor

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viernes, 28 de enero de 2011

Pongamos que hablo de Madrid


Amo profundamente Madrid, desde toda la vida o al menos desde que tengo uso de razón.

Siempre ha sido la ciudad que lo representaba todo para mi.

Cuando yo era pequeña e íbamos al pueblo, aun no estaban hechas las carreteras de circunvalación que hoy rodean la capital. Atravesábamos la Avda. de América y subíamos hasta Cristo Rey, para luego coger la carretera de la Coruña.


Algunos fines de semana veníamos a Princesa, al Corte inglés y cruzábamos la Gran Vía. Yo veía los luminosos de los teatros y pensaba, algún día mi cara estará ahí... y lo conseguí. Durante dos años que hice "Hombres, mujeres y punto" mi cara estaba en el cartel del Alcázar. Bah! al final esto me da un poco igual. Vivo como más feliz el recuerdo de cuando chica.

Soñaba con vivir en Torres blancas o en el Retiro... Y también ocurrió... Lo que hemos corrido la Niña y yo por este último. La de cosas que nos han pasado allí a las dos juntas.

Después de separarme de mi ex marido, en el 2003, dejé definitivamente Alcalá y me instalé en Delicias, luego Quintana, el Retiro y Lavapiés... ahora, tras esta parada técnica que hago de nuevo en Rivendell, me ha empezado a resonar en la cabeza "Los Austrias", no sé muy bien por qué... A lo mejor por Tamará Falcó... Llegará. Me gusta como barrio para vivir y algún parque guay habrá cerca para mi perra... La que no soy yo je je je.



El caso, es que amo Madrid en toda su magnitud, he vivido casi siempre en sus luces, pero se que también hay sombras, extrarradio, barrios dormitorio... Olor a sudor en el metro, a pis en algunas calles, inseguridad en otras... Pero todo ello hace de Madrid la capital del mundo, junto a Londres y Nueva York, al menos para mi. Para cada un@ será una cosa y estará bien en cualquier caso.

Ahora la añoro en toda su extensión, pero se que volveré a ella con mi Niña, en cualquier momento, cuando menos me lo espere. La vida cambia en un segundo... En dos semanas ya todo queda lejos.



Madrid, es la ciudad que se mimetiza con sus acontecimientos y con los que la viven; los 80's, los 90's, los 00's... Siempre cambiando, adaptándose, acogiendo a gente de todo tipo y condición.

E inamovible de esencia, por muchas perrerías que le hagan algunos Alcaldes.


En Madrid he vivido amores y desamores, éxitos y fracasos, alegrías y penas, ganancias y pérdidas, me he reído mucho y he llorado "enmorecía". He pasado veranos de espacio e inviernos con nieve. Todo esto varias veces... Pero sobre todas las cosas, HE VIVIDO, he crecido como persona...

¿Cómo no iba a quererla tantísimo?... Me pasa como a Sabina y Pedro Almodóvar, ellos ya son un poco la ciudad y a mi me ocurre lo mismo. Soy de Ávila, pero soy Madrid. Lo voy a ser siempre.


Cualquiera que viva o haya vivido aquí, sabe de lo que hablo y seguro que entiende perfectamente mis sentimientos.


Quién no te iba a querer a ti ciudad mágica e hiperrealista. Quién no iba a notar tu ausencia como si le faltara un miembro... Me dejé el corazón en tus calles. En ti Madrid.



Eres como la coca, el prozac, el tabaco, los porros, el rohipnol, las anfetas, el lexatín, el Percoced o las dexidrinas... Generas adicción. Te metes en la sangre de un@ y ya no se consigue sacarte de las venas por más que se intente...

Que algunas veces se dejan las drogas eh... Yo como Oscar Wilde, he dejado de fumar 100 veces. Que luego he vuelto... Hoy sin ir más lejos, he dejado de fumar a las 15:00 y he vuelto a las 18:00, ja ja ja...



Volveré casita
no lo dudes ni un segundo.

;)

3 comentarios:

todasjuntas dijo...

Me encanta y te entiendo, es mas, me has hecho recordar algo que yo misma escribí hace unos años sobre Madrid.
Yo soy mexicana, pero soy Madrid.... te paso lo que escribí:

En Madrid me hice lo que soy, me guste poco, mucho o nada. En Madrid pasé los mejores años que hasta ahora han habido en mi vida y también algunos de los peores, que una década y media da pa mucho, sobre todo si te pilla para iniciar la decena de los veintes. Llegué cuando Felipe González, pero alcance a vivir de oídas los días del franquismo y alguna de las últimas ráfagas de la movida, alcanzó a tocarme. En Madrid escuché igual a las voces monárquicas, que a las republicanas; asistí a tertulias de estudiosos de las religiones en las que lo único y lo mejor que podía aportar, era mi silencio. Discutí con ateos y religiosos para acabar asistiendo puntualmente a misas en las que los logros del Concilio Vaticano Segundo, en cuanto a la liturgia, pintaban poco; misas en estricto latín, si señor. Ahí estaba la Lila perfumándose con el incienso de la capilla, cabeza cubierta y tó... Pero también baje al infierno, me pateé multiples submundos de putas, chaperos y camellos. En desagravio, y aunque de refilón, conviví con la nobleza, con artistas consagrados y con eternos aspirantes a ello. En nombre del Ejercito Zapatizta de Liberación Nacional, colaboré en una infantil toma de embajada a la que no hizo caso ni Dios. Y bueno, el capítulo relativo al mundo gitano es punto y aparte y no me da la gana adentrarme ahora mismo en ello, pero igual que mi acercamiento al Magreb, pueden ser tomadas ambas, como experiencias más allá de lo enriquecedor. Y hablando de ganancias, tengo que consignar de paso que en Madrid fué en donde nació la idea que me permitiría "renacer" en India y "limpiarme" en Mongolia. Y bueno, en Madrid también, concocí mil oficios, soñé otras tantas empresas, y encontré una vocación. Crecí, ame, lloré, fui gorda, fuí flaca, rica y pobre como rata, fea y guapa, y en Madrid, finalmente engendré. Pero si además de esto último, algo importante hubo, fue una de esas causalidades de la vida que hizo que en un momento dado, convergieran en el "foro" las vidas de un puñado de seres que, sin saberlo, formaban parte de un puzzle creado años antes en distintos instantes y puntos del globo. Piezas que encajaron en el momento preciso. Por que chicas, hemos de reconocer que, al menos por un tiempo, fuimos un espectacular puzzle de colorines, un juego divertido que parecía no tener fin y que sustituyó con notable mejora -en la mayor parte de los casos-, a las familias de cada uno.

Así que para terminar, por que ya esta bien de tanto rollo y batallitas, concluyo con que vuelvo a Madrid por que todo lo que soy, ha salido de ahí, es de ahí y por lo tanto, soy de ahí. Y que lo echo de menos, joder!
Un beso.
Lila

Cristina dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cristina dijo...

Gracias todas juntas.

De verdad, desde el corazón. Me encanta lo que acabo de leer. Me toca, me llega, lo reconozco.

Es un placer para mi ego y un honor para mi que haya gente como vosotras que me lea de vez en cuando.

Muchos besos, muchas gracias. Buena tarde y... Volver a casa. Madrid siempre la espera a una.

Cristina Solano Arroyo